El primer gran vistazo a tu bebé.
Entre la semana 11 y la 13, realizamos uno de los estudios más importantes del embarazo: el ultrasonido del primer trimestre o tamizaje del primer trimestre.
No solo es el momento en que muchos padres ven a su bebé por primera vez en detalle, sino también una oportunidad clave para detectar malformaciones importantes y calcular riesgos como preeclampsia, parto prematuro y alteraciones genéticas.
👉 Conoce todo lo que este estudio puede revelar desde las primeras semanas.
El momento de ver a tu bebé como nunca antes.
En el segundo trimestre, entre la semana 20 y 24, tu bebé ha crecido lo suficiente como para observar con precisión su carita, su corazón latiendo, su columna formándose, y cada uno de sus órganos vitales.
Esta ecografía morfológica o estructural no solo emociona, también salva: detectar a tiempo una condición puede permitirnos actuar, mejorar su pronóstico o incluso salvar su vida.
Tu bebé está casi listo para nacer.
Entre las semanas 32 y 36 (idealmente en la semana 36), realizamos este estudio para evaluar su desarrollo final, su crecimiento y su bienestar antes del nacimiento.
Es un momento clave para confirmar que todo esté en orden: que el cerebro, el corazón y los riñones sigan madurando correctamente, que el bebé crezca en un rango saludable y que reciba suficiente oxígeno a través de la placenta.
Ultrasonido genético: una mirada más detallada.
Este estudio se enfoca en identificar pequeños hallazgos en la anatomía fetal llamados “marcadores genéticos”, los cuales pueden estar asociados a ciertos síndromes o alteraciones cromosómicas.
Se indica principalmente cuando no se ha realizado el estudio del primer trimestre o si, durante una evaluación, surge la sospecha de alguna condición genética.
👉 Conoce cuándo se recomienda este estudio y qué información puede aportar.
Ultrasonido Doppler fetal: evaluación de la circulación y el bienestar.
Este estudio permite analizar cómo fluye la sangre en puntos clave del bebé y en la conexión con la placenta, tanto desde el feto como desde la madre.
Es similar al Doppler del tercer trimestre, pero se utiliza de forma específica cuando el médico tratante necesita información detallada sobre el estado del bebé, por ejemplo, en casos de crecimiento restringido, hipertensión materna o embarazos de alto riesgo.
👉 Haz clic aquí para saber cuándo se recomienda este estudio y qué información puede ofrecer.
Ultrasonido de longitud cervical: detección temprana de riesgo de parto prematuro.
Este estudio evalúa la forma, longitud y consistencia del cuello uterino, y es fundamental cuando existe sospecha de parto prematuro o debilidad cervical (incompetencia cervical).
Permite identificar riesgos antes de que aparezcan síntomas, especialmente en mujeres con antecedentes o embarazos múltiples.
👉 Descubre cómo este ultrasonido puede ayudarte a prevenir complicaciones a tiempo.